lunes, 19 de abril de 2010

Estructura de una red HFC

En la actualidad, las compañías están utilizando un cable compuesto por 256 fibras que permite realizar casi medio billón de conversaciones simultáneas.

Como es fácil de entender, esta capacidad resulta prácticamente imposible de agotar solo con la telefonía. Esta es la razón por la que a través de la fibra óptica se puede servir, sin problemas y simultáneamente, servicios de telefonía e Internet, así como innumerables canales de televisión de calidad digital.

El cuello de botella se presenta en la transición de fibra óptica al coaxial, que tiene muchas menos prestaciones. Esto justifica la utilización del sistema mixto o redes HFC: fibra óptica en las redes troncales, que necesitan mayor ancho de banda, y coaxial en el dominio del abonado, que soporta una carga inferior.

Por lo tanto, las redes HFC combinan en su estructura el uso de la fibra óptica y el cable coaxial (Hybrid Fiber-Coaxial). Este tipo de redes representa la evolución natural de las redes clásicas de televisión por cable (CATV). Las actuales redes que están implantando las operadoras de cable (entre ellas ONO) están formadas, básicamente, por una cabecera de red, la red troncal, la red de distribución, y el último tramo de acometida al hogar del abonado.

La cabecera es la parte central desde donde se gobierna todo el sistema. Lo corriente es que tenga unas antenas para recibir los canales de TV y radio de diferentes sistemas de distribución (satélite, microondas,...) a los que esté asociado el centro. Las redes de CATV en su concepción original solo estaban diseñadas para la televisión ‘‘pura y dura’’ pero, actualmente, las cabeceras han tenido que adaptarse a los nuevos servicios que ofrecen los operadores de cable, como por ejemplo los de interactividad y transmisión de datos a gran velocidad.

La red troncal es la encargada de repartir la señal generada por la cabecera a todas las zonas de distribución que abarca la red de cable. En un primer momento este tramo constaba de coaxial y de unos amplificadores de señal en cascada. Esto por supuesto se ha superado en la actualidad con enlaces de fibra óptica punto a punto, con unos nodos ópticos donde las señales descendentes (de la cabecera al usuario) pasan de luz a electricidad por la red de distribución coaxial. En los sistemas bidireccionales, los nodos ópticos también se encargan de recibir las señales del canal de retorno (del abonado a la cabecera) para convertirlas en señales ópticas y transmitirlas a la cabecera.

La red de distribución está compuesta por una estructura tipo bus de coaxial que lleva las señales hasta el hogar del abonado (hasta la acometida).

La acometida a los hogares de los abonados es, sencillamente, la instalación interna del edificio, el último tramo antes de la base de conexión.


A continuación se presenta un esquema básico de una red híbrida fibra óptica-coaxial (HFC):


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